El Agujero Negro Monstruoso de Nuestra Galaxia Gira Casi a la Velocidad Máxima Permitida por la Física

En el corazón de la Vía Láctea se encuentra un coloso cósmico: Sagitario A⁎, un agujero negro supermasivo cuya masa es aproximadamente 4 millones de veces la del Sol. Recientes observaciones astronómicas han revelado un fenómeno asombroso: este agujero negro está girando casi tan rápido como lo permite la teoría de la relatividad general.

¿Qué significa que un agujero negro “gire”?

A diferencia de los objetos comunes, los agujeros negros no tienen una superficie física. Sin embargo, su rotación afecta profundamente el espacio-tiempo a su alrededor. Cuando un agujero negro gira, arrastra el espacio circundante consigo, un efecto conocido como arrastre de marco o frame dragging.

Este giro se mide en una escala de 0 (sin rotación) a 1 (rotación máxima permitida por la física). Según los nuevos datos, Sagitario A⁎ está peligrosamente cerca del límite superior, con un valor estimado entre 0.9 y 1.0. Esta velocidad de rotación es tan alta que casi deforma el tejido del espacio-tiempo hasta su punto de ruptura.

¿Cómo se midió la rotación?

Los científicos analizaron la forma en que los rayos X y otras emisiones energéticas son distorsionadas por el campo gravitacional extremo del agujero negro. Utilizando telescopios espaciales como Chandra y XMM-Newton, lograron observar cómo la materia giratoria en el disco de acreción —la región brillante de gas y polvo que cae al agujero negro— emite señales que solo pueden explicarse si el objeto central está rotando a velocidades extremas.

Implicaciones para la astrofísica

El descubrimiento tiene consecuencias importantes. Primero, ayuda a confirmar predicciones de la relatividad general de Einstein en condiciones extremas. Segundo, sugiere que Sagitario A⁎ ha crecido no solo por absorción de gas, sino también por la fusión con otros agujeros negros más pequeños que también giraban rápidamente.

Además, la alta velocidad podría influir en la forma en que se forman y propagan los jets relativistas —corrientes de partículas que a veces emergen de los polos de estos objetos, aunque no se ha observado un jet activo en nuestro agujero negro galáctico hasta ahora.

Un laboratorio cósmico natural

Gracias a su proximidad relativa (a unos 26,000 años luz de la Tierra), Sagitario A⁎ ofrece a los científicos una oportunidad única para estudiar los agujeros negros en detalle sin tener que salir de nuestra galaxia. El hecho de que esté rotando tan rápidamente hace de él un laboratorio natural ideal para probar los límites de la física moderna.

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