Un ginecólogo explica los beneficios del yoga para la salud menstrual, las mejores poses de yoga para regular los períodos y la importancia del trabajo de respiración.
Desde períodos irregulares y calambres dolorosos hasta PCOD y síndrome premenstrual, los síntomas menstruales pueden reflejar desequilibrios más profundos en los sistemas hormonales, metabólicos o nerviosos. Si bien los tratamientos médicos a menudo son necesarios, la incorporación del yoga en el estilo de vida de uno ofrece una forma holística y respaldada por evidencia para apoyar la salud menstrual y reproductiva. Practicar las mejores poses de yoga para la salud menstrual, así como mantener un estilo de vida sin estrés, puede ayudar a las mujeres a regular sus períodos y reducir los síntomas dolorosos.
¿Funciona el yoga para la salud menstrual?
Trastorno de ovario poliquístico (PCOD) afecta a aproximadamente el 6-20 por ciento de las mujeres en todo el mundo. Se caracteriza por resistencia a la insulina, exceso de andrógenos, ovulación irregular y ansiedad. En las adolescentes diagnosticadas con PCOD, se encontró que un régimen holístico de yoga holístico de 12 semanas superaba el ejercicio físico general para mejorar los marcadores hormonales, reduciendo significativamente la hormona anti-Müllerian (AMH), la hormona luteinizante (LH), la testosterona, las puntuaciones de hirsutismo y la mejora de la regularidad menstrual.
Asanas de yoga para el equilibrio hormonal
Las posturas de yoga específicas estimulan la función endocrina y mejoran la circulación pélvica. Estas asanas de yoga incluyen:
1. Supta Baddha Konasana (pose del ángulo de límite reclinable)
Relaja suavemente los músculos abdominales y pélvicos, mejorando el flujo sanguíneo uterino y ovárico y reduciendo los calambres menstruales.
2. Pone de EE. UU.) (Poses de puente)
Esta pose de yoga tonifica los músculos pélvicos y estimula la glándula tiroides, a menudo conocida como el «regulador maestro» de las hormonas.
3. Malasana (pose de guirnaldas)
Ayuda a la flexibilidad pélvica, facilita la tensión de la espalda baja y admite la digestión.
4. Paschimottanasana (Sented Forward Bend)
Este yoga asana calma el sistema nervioso y alivia los síntomas del PMS, incluida la hinchazón y la ansiedad.
5. Viparita Karani (piernas arriba de la pared)
Poner las piernas en la pared puede activar el sistema parasimpático, el cortisol inferior y reducir la inflamación pélvica.
6. Balasana (pose del niño)
Esta relajante pose de yoga para la salud menstrual alivia el dolor en la parte baja de la espalda y los calambres abdominales, calma el sistema nervioso, mejora la circulación sanguínea a la pelvis, reduce la hinchazón y apoya el descanso.
Lea también: 8 Asanas de yoga para administrar períodos irregulares

Trabajo de la respiración para la reducción del estrés
El estrés persistente aumenta el cortisol, que puede inhibir la producción de hormona liberadora de gonadotropina (GNRH), interrumpiendo los ciclos menstruales. Los estudios muestran que las técnicas de Pranayama, como Bhramari (aliento de abeja de zumbido) se realizan durante seis meses, ayudan a regular la respuesta del cortisol al estrés.
Además, se ha demostrado que los ejercicios de respiración controlados disminuyen significativamente los niveles de cortisol y epinefrina, lo que respalda el equilibrio emocional y la resistencia en mujeres con irregularidades menstruales.
Hacer un yoga para la salud menstrual un hábito
El yoga es un estilo de vida. Combinando posturas dinámicas (como Bridge y Garland) con poses restauradoras (como la pose de Child’s y Supta Baddha Konasana) y Pranayama regular, construye armonía hormonal a largo plazo. Ajustar la práctica al ciclo menstrual es clave. Practique secuencias dinámicas durante la fase folicular/ovulatoria, y las restaurativas durante la menstruación y las fases lúteas.
Con el tiempo, el yoga fomenta la rutina, la conciencia corporal y la estabilidad emocional, todos los cuales son pilares esenciales de la atención médica menstrual.
Como proveedores de atención médica, es importante que reconozcamos e integremos tales prácticas complementarias en nuestras recomendaciones, particularmente aquellas que capacitan a las mujeres para comprender y administrar mejor su salud reproductiva. Una práctica de yoga estructurada puede ser un complemento efectivo de la terapia convencional, promoviendo el bienestar general en varias etapas de la vida reproductiva de una mujer.