Imagínelo: castillos, desfiles, personajes emblemáticos y fuegos artificiales … pero no en California o en Orlando, sino en México. Aunque parece un sueño imposible, la idea de construir un complejo costero de Disney en nuestro país ha sido un tema de conversación durante años. Y la verdad es que no está tan lejos de la realidad.
Con millones de fanáticos mexicanos y una industria turística que sigue creciendo, la llegada de Disney a México no sería una locura. Pero para que esto suceda, todavía hay obstáculos que superar.
¿Por qué podría suceder?
México tiene todo lo que Disney está buscando:
-Un mercado joven y familiar que ama sus historias turísticas de clase mundial con los costos de construcción de los Estados Unidos.
Ciudades como Cancún, Monterrey, Guadalajara o CDMX podrían ser candidatos ideales. Tienen aeropuertos internacionales, hoteles de lujo y miles de visitantes durante todo el año. Sería el combo perfecto para una experiencia 100% mexicana de Disney.
¿Qué lo complica?
No todo es mágico. Disney es muy cuidadoso al construir sus parques. Factores como la percepción de la inseguridad, la estabilidad económica y las garantías legales a largo plazo son esenciales para una inversión tan importante.
Además, Disney ya tiene una fuerte presencia en México sin construir una estación: Venta productos, producto de contenido español, organiza eventos e incluso incluye el país en sus rutas de cruceros. Quizás, por el momento, parece suficiente.
Pero si se hiciera … ¡sería un boom!
Un Parque Disney en México podría generar miles de empleos, estimular el turismo internacional y transformar el país en un nuevo centro de entretenimiento mundial. La magia, la cultura y el color de México se combinan perfectamente con el mundo fantástico que Disney sabe cómo crear.
Para ocurrir, sería necesaria una alianza estratégica entre el gobierno y los inversores, además de un lugar que ofrece seguridad, acceso y mucho potencial turístico.